Un sistema de educación inclusiva es un sistema presto a la plena participación y desarrollo de todos sus alumnos. 

Es un sistema atento a estrategias de enseñanza y aprendizaje que todos pueden aprovechar, entender y disfrutar en un mismo lugar, reforzando vínculos esenciales para una adecuada convivencia. Tenemos la firme convicción de que esto sólo es posible si el sistema educativo sienta sus bases en los principios y valores de la educación inclusiva. Para ello, resulta fundamental afianzar el vínculo entre el Estado, las organizaciones y la sociedad entera, en pos de implicarnos en la construcción de una sociedad inclusiva.

Para lograr el cambio propuesto, entenderemos las múltiples acciones a realizar entre las que se encuentran: apego a las normativas, formar y capacitar a profesionales, concientizar y sensibilizar a la comunidad, dotar de recursos a las instituciones y fundamentalmente, romper con los estereotipos y las barreras que impiden a las personas con discapacidad su crecimiento personal y el buen uso de sus garantías de derechos.

El propósito de esta ley es contribuir a un cambio radical en la educación abordando todos sus niveles, promoviendo prácticas novedosas y culturas inclusivas, demostrando que es posible, en nuestra república entera una educación responsable, ejemplar e inclusiva para todos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *